Muy bien, sé que he tardado un milenio en leérmelo, me ha llevado casi todo el verano, pero aquí está, por fin, la review.
Lo primero: ¿No es una portada preciosa para un libro? me llevó un tiempo darme cuenta de que el broche-libélula no era un dibujo, sino una foto del propio broche (maravillosa creación de Lalique, aaaamo el modernismo).
Reconozco que desde que lo vi en Amazon, lo quise, lo quise y lo quise. También es cierto que estuve esperando a que bajara un poco de precio y al final no me contuve y lo compré.
Resumen:
El libro narra las vidas de varias familias inglesas relacionadas entre sí por motivos de lazos familiares, amistad, políticos o de intereses comunes, y entremezcla las historias propias de esas vidas con el contexto histórico en el que se desenvuelven. Principalmente centrado en los vástagos de éstos grupos familiares, narra distintos episodios o épocas que hacen destacar mása unos en ese momento sobre los otros, de tal manera que el libro no tiene protagonistas claros, si no que cada personaje tiene su propio momento estelar.
A parte de la línea argumental de la propia novela el libro ilustra la situación política y artística de las distintas épocas por las que pasa, partiendo del momento en el que muere la reina Victoria para rematar con el estallido de la I Guerra Mundial y su consiguiente efecto global.
Opinión: (OJO, SPOILERS)
Cuando comencé a leer la historia me entusiasmó, un libro lleno de personajes que se hacen tuyos, agradables, interesantes, cada uno con un don o manera de ser que les hacía especiales.
Además un entorno familiar envidiable, condiciones económicas ídem y una base cultural impresionante.
Voy a empezar por el principio: Olive Wellwood es la "matriarca" de una amplia familia que reside en algún lugar entre Londres y Escocia y cuyo oficio es ser escritora de novelas y cuentos para niños. Como ella misma tiene un buen número de infantes en su propia casa, decide redactar para cada uno de ellos un cuento interminable, con ellos mismos de protagonistas y que empiece en el momento del nacimiento y vaya ampliándose a medida que los niños crecen.
Además su círculo de amistades es, cuanto menos, interesantísimo, con conservadores de museos, autores teatrales, creadores de marionetas, importantes artistas, etc. Lo cual hace que los niños crezcan en un ambiente de libertad de pensamiento y actuación y que sus opiniones sean valoradas desde que son bien pequeños.
Dentro de todo este círculo maravilloso, a medida que se desarrolla la novela, empiezan a vislumbrarse detalles que chirrían, como un manifiesto apego superior a unos hijos en detrimento de otros, relaciones matrimoniales que son bastante abiertas, amistades que no lo son tanto...
Posteriormente empieza a perderse en el libro el encanto del cuento y va cambiando paulatinamente a novela histórica, o más bien, a historia entreverada de momentos novelados, de tal manera que ciertos personajes quedan completamente abandonados y ya no vuelven a aparecer, o se hacen desaparecer con una facilidad pasmosa y sin mayor repercusión.
Todas las historias se rematan cuando termina la I Guerra Mundial, que es un revulsivo para toda la familia, la cual, desde el principio, era de ideas de izquierda, con una mentalidad muy abierta, parte de ella estaba integrada por miembros alemanes y entre sus amistades se encontraban muchos de éstos. Al final, todas estas condiciones previas, hacen que los Wellwood sufran especialmente los rigores de la guerra y que este final no sea tan de cuento como el principio del libro podría aparentar.
Personalmente pienso que la autora tiene una capacidad de crear historias alucinante, porque el libro está lleno de ideas que pueden constituir nuevas novelas en sí mismas y que, sin embargo, aquí son lanzadas al aire y desaprovechadas totalmente. También hay que reconocer que si se hubiera dedicado a seguir cada uno de esos nuevos hilos, en vez de tener 700 páginas podría tener más de 1700.
Pero, esa capacidad también la lleva a perder el hilo de la narración o dar grandes saltos que dejan vacíos, para mi, importantes, puesto que cuando has cogido cariño a uno de los personajes, le deja en la trastienda a ver si lo saca o si no lo vuelve a sacar y te quedas con las ganas de saber qué le pasa.
Uno de los grandes fallos que aprecio es que la novela se articula inicialmente en relación a esos libros de cuentos que Olive crea para cada uno de sus hijos, pero hay un punto en el que se deja de hablar de los libros y no se hace mención nunca más.
Al final, es tan grande el peso del momento histórico, que son mucho más amplias las explicaciones contextuales que la parte de la narración que va asociada a ellas.
Con todo esto qué quiero decir. A ver. Uno, que es una buena novela en el sentido de calidad de la escritura, calidad de los detalles, calidad de la historia e innovación temática. Dos, que es demasiado larga. Tres, que el meter muchísimos personajes desde el principio hace que seguirles a todos se vuelva imposible y que varios hayan de ser abandonados por el camino o el libro podría crecer hasta el infinito. Cuatro, que al final pierde la sensibilidad que tenía al principio y el tratamiento de los finales es un poco drástico. Y cinco, que termina con demasiadas lecciones de historia y con poco cuento.
A pesar de todo ello me ha gustado, se me ha hecho larga pero no pesada y todos los datos que incluye son muy interesantes porque se nota que domina el tema y la época. Ahora, hay que cogerla con ganas.
(Y siento ver que mi crítica también se ha extendido en demasía, pero 700 hojas dan para mucho).