lunes, 27 de septiembre de 2010

32. El Fuego

EL FUEGO. KATHERINE NEVILLE.
Bueno.
Qué indignada estoy.
Qué engañifa de libro.
Mira que lo parecía, ya desde el principio. Mira que no caí en su momento de lanzamiento, que sabía que iba a ser malo y no lo compré.
Pero claro, vas a un mercadillo, cuesta 3€ la edición buena y bien conservada y picas, picas.
No sé ni cómo comentarlo porque no sé ni por dónde empezar.
Sólo decir que, mientras leo, cuando veo alguna frase que me gusta, suelo doblar la página donde está para así, al acabar de leerle las copio en un cuadernito de frases que tengo. No lo hago a la vez porque como suelo leer en la cama me da demasiada pereza buscar un boli, levantarme a por el cuadernito, apuntar...
Pero este libro ha conseguido que doble páginas para reseñar lo malísimamente mala que es la historia con frases aberrantes y tristes y forzadas y falsas.
A ver, vamos a ver, yo no le quito el mérito a la señora Neville de haber sido de las primeras en escribir libros de novela histórica-de aventuras y ser de las primeras en empezar a relacionar el culo con las témporas y que la quedara redondo. El Círculo Mágico y el Ocho son buenos libros, fantasiosos, no trascienden, pero la historia está bien hilada (no voy a decir que sea creíble, pero tiene una base lógica en su desarrollo) y las conclusiones a las que llega son asumibles.
Pero éste libro es un despropósito de principio a fin.
El argumento es que una nueva partida ha sido comenzada, las piezas vuelven a estar desperdigadas por el mundo y la hija de la protagonista del Ocho será la encargada de recuperarlas y parar de una vez por todas las partidas mortales que se plantean por el poder que conlleva el poseer las piezas del Ajedrez de Montglane.
A partir de ahí despropósito tras despropósito: vascos que bailan aurrescus con chapelas rojas en medio de Washington, pijas con Aston Martins que son capaces de andar por montañas nevadas en medio de un temporal, genios del ajedrez que están cañón y además saben coser (¿¿¿???), familia buena, luego mala, luego buena, luego mala, etc, resurecciones, inmortalidades, amigas que saben pilotar hidroaviones, conocen a todos los guardas de todos los parques naturales del norte del hemisferio y conclusiones absurdas...
Creo que la palabra técnica para definirlo se acerca más a truño que a bodrio.
Resumen: no me ha gustado nada, no lo aconsejo para nada.

2 comentarios:

  1. Jo! Pues yo la tengo en la estantería esperando turno. La verdad es que no sé por qué la compré, ya que "El ocho" no me había entusiasmado. Supongo que por puro vicio. En fin, de momento se queda donde está.
    Saludos

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  2. ¿A quién hay que matar para ver ese cuadernillo con tus anotaciones??

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