53. El club del pudin

EL CLUB DEL PUDIN. MILLY JOHNSON.
Libro sorpresa total. En varios sentidos.
1) Porque no me esperaba que me lo regalaran (que me regalaran nada, por concretar)
2) Porque pensaba que iba a ser la mítica imitación del Diario de Bridget Jones y, mira tú por dónde, sí pero no. Va más en la línea de Mujeres desesperadas... serie que no veo, o sea que esto es una asociación gratuíta que hago sin base científica. Y tan ancha que me quedo.
Digamos que el planteamiento general es el básico del tipo "treintañeras descolocadas y salidas buscan..." pero a partir de ahí es inteligente, original y sensible.
La trama se basa en la vida de tres amigas, con su personal problemática, que se entrelazan contínuamente.
Con el principio me reí las tripas repetidamente: una de ellas quiere quedarse embarazada y no lo consigue; ha visto en un programa de televisión que hay un lugar donde las mujeres, de alguna manera, peregrinan para hacer su petición y que hay un 78% de casos, ya desesperados, que lo han conseguido.
Total que arrastra a sus amigas allí y el lugar es, como mínimo, surreal. Si estáis pensando en vírgenes, santos o árboles célticos mágicos, estáis completamente equivocados.
Es el dibujo hecho con tiza en el suelo, de un hombre con una picha descomunal. Y la gracia es sentarse en la picha y zas! embarazo al canto.
La buena mujer con toda su voluntad no sólo se sienta, sino que hace sentarse también a sus amigas, las 3 en pelota picada, para darle más posiblidades al asunto. Y ya que están allí pues se montan una merendola para celebrarlo. Ole.
Por supuesto, por supuestísimo, las 3 se quedan embarazadas a la vez. Y maldita la gracia que las hace a las dos colegas que no tenían ninguna intención de ser madres, que sólo iban de acompañantes.
Y a partir de ahí líos, amores, desamores, despidos... cada una de las 3 situaciones es distinta y en muchos puntos dramática e indignante.
Pero el libro también destila humor.
Y es híper-adictivo. De los de: me leo este capítulo y lo dejo. Y el siguiente. Y el siguiente. Y Ana apagando la luz a las 2 a.m. dos noches consecutivas. Y levantándose 5 horas después. Y tomando Burn Day para sobrevivir...
Pero merece la pena.
Ahora, he mirado los siguientes libros que ha escrito esta mujer (éste libro que es nuevo aquí ya lleva 2 años rondando las librerías inglesas) y van en la misma línea, así que no voy a cometer el error de leerlos y decir: puf, más de lo mismo. Me planto con éste y si algún día saca una temática diferente ya hablaremos.