lunes, 8 de noviembre de 2010

35. Monsignor Quixote



Vale, por fin lo he conseguido terminar.

Creo que con esa frase ya lo he dicho todo, pero como no quiero ser tan radical, pues voy a puntualizar.

A ver, resumen general:
Un cura del Toboso, apellidado Quixote y de dudosa ascendencia famosa, es ascendido a monseñor gracias a haber recogido a un viajero accidentado en la carretera. Le ayuda, le lleva a comer a su casa y al final descubre que el buen señor es arzobispo, prelado o algo similar.

En agradecimiento a su su buena acción, el digamos prelado solicita la categoría de monseñor para Quijote.

Éste hecho indigna al obispo de la zona a la que corresponde el Toboso, el cual decide invitarle a tomarse un "periodo vacacional" durante el cual será sustituído por el típico cura trepilla y lameculos del dicho obispo.

A la vez el alcalde del Toboso pierde su condición de tal y como están los dos compuestos y sin nada que hacer, se deciden a montar alegremente en el 600 del señor cura (denominado Rocinante) e irse por las carreteras de la España profunda. Se me ha olvidado mencionar que el alcalde se llama, curiosamente, Sancho (realmente es Sanza, pero el cura le llama siempre de la otra manera).

Total, que ya tenemos la historia montada: un cura idealista llamado Quijote, un alcalde comunista llamado Sancho y un coche llamado Rocinante.

A partir de ahí obviamente lo que tenemos es una ennumeración de altos en el camino en el que se producen situaciones confusas en las cuales ambos dos salen mal parados, no por intención sino por malentendidos.

Todo esto aderezado por alegres conversaciones que tratan de los ideales y la moral cristiana/católica y los comunistas.
Los molinos de viento han cambiado por guardias civiles y también está la cúpula jerárquica maligna de la iglesia para cortarle las alas al cura progre y comprensivo.
Hasta la mitad el libro para mi gusto es un muermo de la pera, arquetípico y sin sal. Quizá para lectores foráneos a los que no han taladrado toda su vida con clases de literatura hablando de El Quijote, la estructura y las situaciones puedan parecerle entretenidas. No es mi caso. Porque como ya sé de qué va la gran obra de Cervantes, esta no me aporta nada.

Después mejora algo. Los últimos capítulos son los mejores, pero tampoco para echar las campanas al vuelo.

Así que, si queréis leer la versión -2.0 pues yo os regalo la mía.
Pd: No he puesto hipervínculos ni a Cervantes ni a El Quijote. Me parece indigno.

2 comentarios:

  1. Lo tengo; lo compré en los años de la facultad pero no llegué a leerlo. Y después de leer tu reseña lo tengo claro. Te sigo...
    Un beso,

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  2. Oye, que no sé, que a lo mejor te lo lees y te encanta... pero, ufff, yo creo que no. Gracias!

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