La semana pasada le entregaron el codiciado Premio Cervantes a la escritora Ana María Matute.
Parece que es el año de entregarle galardones a personajes que llevan largo tiempo a la cola del pescao'. Me debato entre la duda de si lo hacen por justicia poética o porque cuando no tienes ningún favorito claro es políticamente correcto dárselo a un consagrado en vez de a un desconocido... (o sea, que si se lo quisieras haber dado, lo habrías hecho cuando sacaron su libro-bomba).
Hace poco le entregaron el Nobel a Vargas LLosa y ahora el Cervantes a Matute.
En los dos casos son escritores que personalmente no me gustan, pero que comprendo que se merecieran tal reconocimiento. O quizá un premio a la trayectoria...
De hecho después de leer una entrevista con la autora, posterior a la concesión del premio, me he enterado de que su propio libro favorito es Olvidado Rey Gudú.
Poseo un ejemplar. En dos tomos porque es un tocho considerable. He intentado leerlo en un par de veces y se ha quedado en intentos porque me aburre considerablemente.
No por ello le quito mérito a la mujer.
Que usted lo disfrute.
No hay comentarios:
Publicar un comentario