martes, 12 de marzo de 2013

Febrero'13



Vaya mes de tinte oscuro... Casi, casi rozando la tragedia. Menos mal que hay una luz entre tanta niebla. 
En fin, allá vamos:

1. El enigma del gato grande:
¿Por qué lo hago? Siempre me hago esta pregunta después de haber leído/intentado leer cualquiera de los ejemplares adquiridos en las "limpiezas bibliográficas" de las grandes superficies. O sea, cuando el Alcampo o el Carrefour ponen esos stands con libros entre 1 y 3 € y yo, aun sabiendo la purria que se acumula en esos cajones, pico.
Total, que vi una caja con 3 libros de la misma autora, supuestamente novela detectivesca ambientada en Egipto a principios del siglo XX. Todo muy evocador, por 5 €.
Llevaba la dichosa caja en mi casa como 4 años esperando a ser leída y en un impás tonto en el que no sabes sobre qué lanzarte, posé mis ojos sobre ellos.
-En qué momento-. Repito. -En qué momento-.
Un TRUÑO como no se ha visto cosa igual en mucho tiempo. La protagoniza una señora listísima, casada con un marido buenísimo y guapísimo y con un hijo propio inmensamente inteligente (vamos, que con 8 años sabía descifrar todos los idiomas jeroglíficos del mundo y traducirlos a 6 lenguas no menos muertas), una hija adoptada estupendorra, que en su tierna infancia había sido secuestrada por unos malvados y convertida en sacerdotisa de Isis y otro chico egipcio, supuestamente adoptado por la hermana de ella, aunque no aparezca dicha señora en todo el libro, para que adore a su familia.
Hay una historia cutre-truculenta en la que ella y sólo ella resuelve todo, la amenaza vital que constantemente sobrevuela a su familia acaba sin consecuencias y todos los personajes se casan y viven felices para siempre. Y mientras se desarrolla todo el mundo le repite por activa y por pasiva lo maravillosa y única que es.
Vomitiva en grado máximo. Y encima, por lo que sobreentendí, yo tengo 3 de una larga saga de novelas detective-romanticoides redactadas por la autora.
Creo que no tengo ni que mencionar que me desharé de los otros 2 ejemplares sin haberles concedido ni el beneficio de la duda. El papel en el contenedor azul, gracias por cuidar del medio ambiente.
-2/10

2. Snow falling on cedars:
Puestos a la alternancia entre inglés y español, me tocaba leer algo en el primer idioma. Este libro lo tenía también de hace tiempo, intenté leer un par de páginas, me pareció aburrido (pero es un juicio casi sin base real, no le di la oportunidad) y entonces llegó un paquete de Amazon con tres libros en inglés que me apetecían mucho mas.
Total, abandono del mismo para una mejor ocasión.
?/10

3. Going out:
Que esta mujer es una de mis escritoras actuales favoritas, no es un secreto.
Cada libro es distinto y emocionante, entretenido y diferente. Con historias novedosas que siguen la mítica estructura de: Introducción - embrollo gordísimo - desenlace.
Partiendo de la vida de un chico con alergia a la luz solar, que tiene que estar siempre recluido en su habitación y de su mejor amiga, miedosa en extremo, llegamos a un viaje iniciático donde un grupo de veinteañeros, cada cual con sus taras, se enfrenta al futuro.
Divertido, rápido de leer, satisfactorio... Estupendo.
Sólo le puedo poner un pero. Hay momentos en los que todos los amigos están hablando sobre Luke (el prota) en su habitación y parece que él no existiera, porque no dice ni mu. Eso no es creíble. Pero bueno, minucias.
Por cierto, este libro es anterior al del final de Mr. Y, pero lo acaban de reeditar.
8/10

4. Esperanza, una tragedia:
Qué lástima de libro, con la buena pinta que tenía.
Sobre todo cuando viene con una faja que dice en letras enormes "Ana Frank es vieja". Pero qué buena pinta.
Además es que (siéntase libre de insultarme todo el público comprometido e identificado con el holocausto nazi) soy de esa gente -extraña, lo sé- a la que el diario de Ana Frank le dejó totalmente indiferente. Ni frío ni calor, oiga. Diría aburrido, incluso, si no fuera porque era una niña escribiendo en una situación bastante desdichada y bla, bla, bla. Márketing sentimental.
Total, que este libro, escrito por un judío americano (esos no son judíos como los de antes, donde esté un buen judío polaco...) famoso por sus "Lamentaciones de un prepucio" -que yo no he leído-, parte del supuesto de que Ana Frank estuviera viva y siguiera residiendo en un altillo, en este caso en una casa de una familia cualquiera en la América actual y rural.
Claro, que si esa familia se acaba de mudar y es judía, al padre de familia le da mucha cosa echarla de su casa, por mal que huela y por más guerra que de.
Y ya está, os lo he contado todo. Mucho ruido y pocas nueces.
No me hizo casi nada de gracia y eso que el autor intenta que el protagonista sea gracioso. Pero no.
Está todo como forzado: protagonista pseudo-gracioso con obsesión por cuál será la frase que rece su epitafio. Madre pirada que se cree que ha estado en el holocausto cuando nunca ha salido de América. Psicólogo que cree que Hitler era el mayor optimista de la historia, pirómano pirado que anda quemando todas las casas aisladas... Suena bien, pero luego no cuaja.
3/10


2 comentarios:

  1. Personalmente, me molesta muchísimo cuando una novela se escribe básicamente para ganar dinero. Y creo que, algunas sagas, como "Crepúsculo" o "Harry Potter", aunque están bien escritas y disfrutas leyéndolas, sabes que se han escrito únicamente para sacar dinero...
    No sé, prefiero los autores que lo hacen por afición.

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  2. Te doy la razón y a la vez no te la doy, jajaja, soy del tipo de personas que se enganchan a las sagas... qué le voy a hacer, si una vez que me sumerjo en un "planeta" nuevo luego no me quiero ir!

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