Desde hace tiempo quería leerme este libro porque tenía una temática bastante interesante: una sociedad literaria improvisada que se reune para sobrellevar de alguna manera más entretenida el tiempo de la II Guerra Mundial en una pequeña isla del Canal de la Mancha. Me ha sorprendido que es de género epistolar, cuando lo abrí y lo descubrí he de confesar que me dió un cierto bajón, pensando que sería más coñazo pero es... delicioso, esa es la palabra. Muy entretenido y fácil de leer (puedes hacer paradas cada dos páginas porque las cartas son muy cortitas, incluso a veces telegramas ) y eso se agradece, porque cuando lees ladrillos y no hay una parada en el camino para descansar, se hace duro.Este es fantástico, muy divertido, entrañable y refleja escenas trágicas de la guerra pero con un humor y un tacto impresionantes.Supongo que en otro par de sentadas me lo meriendo!
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