Qué bueno, qué bueno. La verdad es que había oído el título y siempre me gustó, pero me lo compré sin mirar ni de qué iba. Y como parece estar siendo la tónica general de muchas de mis lecturas este año, va de la Segunda Guerra Mundial. Lo mejor es que cada libro que he leído aporta una visión distinta. Esta habla de los miedos de una familia alemana contraria al régimen, todo visto desde la óptica de la Muerte que observa a una niña que esa familia tiene acogida. Precioso, novedoso, divertido, triste. Madre mía qué lagrimones al final.
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